Battlestar Galactica

Como ya prometí unos días atrás, hoy toca hablar de series y, en concreto, de Battlestar Galactica. Ya he terminado la primera temporada y comenzado la segunda y cada vez me gusta más.

Ya dije que, en un principio, la idea que se manejaba en el piloto y la puesta en escena me llamó mucho la atención: esa oscuridad, ese pesimismo, los cylons humanos, etc. Pero en algún punto después del episodio 1x02 Agua mi interés se desinfló. Unos capitulos que se me hicieron pesados, con esas discusiones Adama-Apollo que me parecen ya muy vistas, y con el sentimiento de culpabilidad de Starbuck. La serie cayó en el olvido dentro de mi carpeta Incoming hasta que, hace poco y por la sequia de series con la que nos regalan los canales estadounidenses, me decidí a darle una nueva oportunidad. Y menos mal.

La serie, pese a ser de sci-fi, es muy realista tanto en su visión del mundo (conflictos nada alejados a los que vivimos hoy en día), como en el tipo de tecnología empleada (que no existe pero que es creible) o las relaciones entre los personajes. Y es precisamente esos personajes lo que hacen la serie grande. Todos, tanto si son protagonistas como secundarios o antagonistas, están muy bien definidos, algo que sorprende gratamente. A lo largo de los capitulos los vemos desarrollarse bajo la presión de la amenaza cylon constante y comprobar como son realmente. Y, de momento, los creadores toman decisiones sobre estos personajes que me gustan y mucho, ya que no veo signos de estancamiento en sus relaciones. Un ejemplo es la relación entre el Jefe y Boomer, o el rollo Starbuck-Apollo que podría convertirse en un culebrón pero que de momento le están dando bastante aire.

Si tuviera que elegir a dos personajes, sin duda me quedaría con las dos que veis en la foto. Una por ser la encarnación de la amenaza cylon y por esas escenas geniales con el Dr. Baltar que pasan desde lo onírico a la comedia más pura. Y la otra por lo interesante que es ver un cylon que no es la representación del mal, un cylon que no sabe qué ni quién es. Incluso Starbuck o Tigh, que en un principio no me resultaban nada atractivos, han ido mejorando pero mucho, mucho. Quizás el Comandante Adama es el que menos me interesa, más que nada por su rol de jefe buenazo.

Lo que si hecho de menos en la segunda temporada es el mini resumen del opening, con los tambores, que aunque quitaban algo de sorpresa al capitulo la verdad es que el montaje me gustaba mucho y me parecia una idea original.

Espero que la calidad siga en aumento y mi interés por la serie también, porque ahora voy entendiendo el revuelo que esta armando por la blogosfera.